Monstruos y fetiche sexual en los BL de terror sobrenatural

1) Introducción: 

El BL es un género que, al igual que el manga o el manhwa en general, bebe de diversas ambientaciones. Los personajes del terror gótico occidental, así cómo personajes de las propias mitologías japonesas y coreanas. 

Y es que, incluso antes de la aparición del icónico Drácula de Brad Stocker, uno de los primeros personajes de terror gótico fue la vampiresa lesbiana Carmilla (Scream Queer, Javier Parra, 2021).  ¿Podría ser que hubiera algo común entre este terror gótico de finales del siglo XVIII y principios del XIX y los monstruos actuales de los que se nutre el BL? ¿Por qué se da una relación tan continuada entre homosexualidad y monstruosidad? 

Y sobre todo, ¿por qué las fujoshis y los fudanshis se sienten atraídos (al igual que los protagonistas humanos) por seres no humanos que deberían causarnos terror? 

2) La figura del vampiro, Freud y lo siniestro: 

Como si realmente hubiera una relación entre lo sobrenatural y ciertos deseos prohibidos, la figura del vampiro aparece también bastante pronto en el BL. Para hablar de esa amenaza tácita entre lo que parece familiar pero no lo es, es imposible no recurrir al concepto freudiano de umheimlich o siniestro (Para una profundización de estos conceptos en el cine de terror queer recomiendo el podcast de Esa Vituperiosa Fujoshi https://open.spotify.com/episode/2S2lrCRbbdVesnMX5ItUvi?si=f7JRit46STyc9kyydlljGw&dl_branch=1&nd=1).

Más adelante, vemos cómo el BL vive sin problemas de la iconografía vampírica establecida por Stocker y continuada por Hollywood. Esto le lleva a compaginar el respeto a las reglas impuestas por el folclore europeo y a su vez introducir elementos nuevos (ciencia-ficción, etc). En el manhwa sobresale Blood Bank (licenciado por Lezhin.es) que combina la estética steampunk con la ambientación de un mundo postapocalíptico en el que los vampiros por fin han subyugado a los humanos. En esta historia un vampiro de la nobleza llega a un acuerdo con un humano para mantener una relación con claros tintes BDSM , el que el subyugado será el vampiro. En este último caso vemos cómo la relación entre ambos, que debería estar prohibida, se da por un caso de conveniencia: ambos necesitan algo del otro, sirve para suspender o incluso invertir las reglas sociales y además para traspasar límites. 

Blood Bank

Otro manhwa que trata el tema vampírico de forma muy diferente sería My Pet Bat (licenciado por Lehzin en inglés), con un trasfondo falsamente costumbrista, por el que nos encontramos en una Corea donde los vampiros existen. Ahí un uke vilipendiado por su familia por su exceso de sangre termina aliándose con un vampiro mestizo que lucha por adaptarse al mundo humano. Si bien el simbolismo del vampiro parece diluirse, está presente en tanto como metáfora de los conflictos que tienen que afrontar en el medio que les toca vivir y los que les traiga su relación como pareja homosexual. 

My Pet Bat

En todos estos casos, la relación que el humano empieza con el vampiro se basa, al menos al inicio, en la necesidad y en cierto modo el chantaje. Y es que, ¿Cómo podría sentirse el personaje atraído por no ya un monstruo que quiere chuparle la sangre  sino por otro hombre? Una de las razones que explican esto y además se vinculan con lo siniestro es el cuerpo mutilado y la pérdida de la sangre, que igualmente es un símbolo de la sexualidad. No solo se trata de eso: al parecer,  algo que los vampiros y otros seres sobrenaturales tienen en común es que simbolizan el traspaso de los umbrales. Y no se trata solo de cruzar la línea entre la vida y la muerte sino también la que hay más allá de la moral y la sexualidad establecida. 

3) Los demonios (occidentales y orientales)  y la transgresión moral:

Además de los vampiros, otro personaje que aparece habitualmente en el BL de terror es el demonio, tanto desde su concepción occidental como oriental. 

En el caso de los demonios occidentales, lo habitual es hacer referencia a la mitología y a la demonología cristiana (cuernos, cola, etc.), siendo el íncubo uno de los seres a los que más se recurre.  Gracias a los poderes de seducción del íncubo, el humano no tiene más remedio que sucumbir a sus instintos por lo que queda exonerado de cualquier acto homosexual que cometa. Y, por si fuera poco, el íncubo necesita comer. He aquí un nuevo caso de conveniencia tanto de la mitología usada como de guion por el cual una relación que no se desea por su carácter prohibido y abyecto termina dándose. Ejemplos de ello sería Elite incubus want to make me come!,  en las que el bonito uke íncubo se adapta al mundo humano a su manera (a través de la industria del cine para adultos). Se trata de una comedia romántica en el que la monstruosidad del personaje queda suspendida, solo se usa para permitir que avance la trama.

Elite incubus want to make me come!

También es habitual la firma de un contrato en el que la relación sexual es indispensable. Esto ocurre en Crimson Spell (licenciada en inglés por Viz LLC) donde el mago protagonista debe tener sexo con el príncipe maldito a fin de amansar al monstruo en el que este último se transforma. También ocurre en Dear Door, si bien en este caso el humano es escogido en contra de su voluntad por el demonio, lo que acentúa la victimización del primero  (licenciada en inglés por Tapas y Tappytoon).  Por lo que podemos ver, el demonio occidental ayuda al humano a dejarse llevar por una sexualidad prohibida que él mismo no reconoce, descubrirse a sí mismo disfrutando de la homosexualidad para gusto de las lectoras. Sin embargo, el demonio oriental va un poco más allá: trasciende al otro lado, una especie de velo entre el mundo humano y los otros mundos. 

Dear Door

Esto es especialmente claro para los yokai japoneses (Fox-Colored Jealousy, licenciado en inglés por Manga Planet) así como para los demonios y fantasmas coreanos (The Ghost Nocturne y Haunted by desire, licenciados por Lezhin en inglés y español), donde las relaciones sexuales (de escaso consentimiento) cobran imagen de posesión. Y es que al igual que ocurría con las brujas en la Edad Media europea, los contactos con lo sobrenatural no dependen del humano, sino que este es una víctima involuntaria del mismo, y por ello se le exime de la culpa de disfrutar de dichos encuentros. 

The Ghost Nocturne
Haunted by Desire

4) Experiencias con la muerte, los zombies: 

Otro de los aspectos que Freud relacionaba con lo siniestro era el miedo a la muerte. El cadáver es el epítome del valle inquietante: parece humano pero permanece inmóvil, fue humano pero ya no lo es. Por eso, el personaje el zombie o muerto viviente es otro referente en el terror. En este caso, son pocos los mangas BL que exploran este tema, si bien destacaremos dos: Boys of the Dead (licenciado por Kodai) y Zombie Hide Sex (licenciado por Arechi Manga).  En el primer caso, la pareja de supervivientes se ve obligada a cometer canibalismo al tiempo que van intimando, mientras que en Zombie Hide Sex, las relaciones sexuales resultan de la adrenalina continuada por sobrevivir al apocalipsis y la gratitud hacia el rescatador. Una vez más, la situación sobrenatural es la que permite una relación homoerótica que no podría darse en circunstancias habituales. 

5) El hombre lobo y la animalidad del Otro

En las películas de terror hollywoodienses, el hombre lobo se suele usar como una metáfora de una homosexualidad rampante que surge en la adolescencia, la misma que el sujeto vive con vergüenza y es incapaz de controlar en ocasiones. Y es que el hombre lobo se relaciona con la animalidad, con las fuerzas que la civilización intenta reprimir entre sus miembros a través de una sexualidad más represiva. Por eso suele aparecer en el BL, ya sea en obras de fantasía donde abundan los seres semihumanos o incluso en algunas ocasiones,  en relación con el omegaverse (no olvidemos que precisamente el omegaverse parte de teorías acerca de la jerarquía en manadas de lobos). Algunos ejemplos serían Wolf in the house (licenciado por Lezhin en inglés, Un lobo en casa en Lehzin ES), o Woof Wolf (Licenciado por Lezhin). 

Un lobo en casa

6) El BL de terror, la ruptura de las normas y la caída en la aberración: 

Todo ello, lleva a que la asociación del humano, ya sea el activo o pasivo de la relación, lleva a romper las reglas humanas, aquellas relacionadas con la vida, las normas sociales o los tabús sociales. Esto lleva a la depravación como ocurre en Madk (Milky Way Ediciones) donde el humano poco a poco va convirtiéndose en otro demonio, o en Heartless (Kodai), donde Manuel es capaz de todo por seguir conviviendo con su íncubo. Pero del mismo modo, esta ruptura de límites lleva consigo la relativización de los límites morales: a veces la secta de fanáticos religiosos es más cruel que los monstruos a los que se dedica a cazar. 

Conclusión: el BL o la abyección feliz 

Todos los personajes de terror sobrenatural del BL tienen una serie de características en común. Proceden de tradiciones folclóricas anteriores ya sean occidentales o propias del país de origen y por ello reflejan una serie de terrores profundos: mutilación, proximidad a la muerte, etc. Muchas de estos encuentros son propiciados por acuerdos forzados en los que una de las padres depreda a la otra (vampiros, hombres lobo, íncubos), posesión (fantasmas) o bien a contratos (demonios) o acuerdos. En muchos casos la unión se da en contra de la voluntad del humano, quien no debería desearla pero acaba sucumbiendo a ella, y también disfrutándola hasta repetir. ¿Por qué les ocurre esto? ¿Y por qué los lectores, especialmente las lectoras, sienten placer con este proceso en el que nos relacionamos con aquello que nos aterra o asquea? Podría haber algo por encima del placer que haga que sintamos satisfacción con esta ruptura de límites. 

Freud también introdujo el concepto de pulsión de muerte, aquel que nos lleva a repetir una acción aunque esta no nos convenga y que el autor austriaco relaciona con el sadomasoquismo y las compulsiones. Esto podría explicar por qué algunos humanos se dejen llevar por estos seres de muerte. ¿Pero y los lectores?

Frente al umheimlich freudiano, Julia Kristeva prefiere hablar de abyección: aquello que aterra, que es sucio, que asquea, pero, precisamente por oponerse a lo que se entiende cultural o moralmente por bueno, crea fascinación y atracción. Los seres de la noche del BL encajan a la perfección con esta definición. Si atendemos a las teorías sobre el género de Judith Butler, la naturaleza no humana de estos seres viene respaldada por su homosexualidad, pues en el contrato social de la heteronormatividad, aquellos que no se amoldan a los géneros hombre y mujer heterosexuales quedan descartados del discurso. Dicho de otro modo: no son humanos, son monstruosos. 

Desde ese punto de vista, leer BL de monstruos sería casi un alegato contra la sexualidad y  las normas sociales impuestas. ¿O no? Porque las lectoras de BL lo leen sobre todo sabiendo que esto se trata de una fantasía, puro entretenimiento. No debemos olvidar que en su momento el BL surgió como parte del Shoujo Manga y que todavía hoy en día, a pesar de la inclusión cada vez más mayor de los lectores masculinos, las fujoshis son muchas veces mujeres heterosexuales. De hecho, en origen la idea era proyectar todos los sentimientos de las muchachas adolescentes en una pareja que se consideraba irrealizable. Por lo tanto, las aventuras de monstruos resultan divertidas ya que ayudan a ponerse en un riesgo que no es tal: nos transportan más allá de los límites que obedecemos día a día, pero dejando siempre un cordón de seguridad por el que volver.

He ahí el verdadero placer del BL de terror: porque en el fondo, no hay nada más ominoso que la mente de una fujoshi o de un fudanshi

Recomendaciones finales: Queridos Kokoros, si disfrutáis de estas lecturas y necesitáis nuevas recomendaciones, echadle un vistazo al vídeo de The Manga Lady del año pasado. Vuestra morbosa curiosidad quedará satisfecha:

https://www.instagram.com/tv/Cg2g3NaDlaV/?utm_source=ig_web_copy_link

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